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Growth Hacking: un futuro que ya llegó
Lejos quedaron los viejos organigramas de empresas y sus estructuras verticalistas. Y, con ellos, sus formas de trabajo. Cada vez más, las organizaciones de hoy están conformadas por equipos multidisciplinarios y horizontales, sin tantas jerarquías y con metodologías de trabajo ágiles, dinámicas y orientadas a objetivos específicos. El Growth Hacking viene a inscribirse dentro de este (no tan) nuevo paradigma, y pisa fuerte en las empresas de tecnología.
Combinando la creatividad del marketing con un análisis riguroso de datos y métricas dentro de las metodologías ágiles, esta especialidad es ideal para equipos de trabajo diversos y flexibles que buscan un impulso en velocidad y en calidad de su crecimiento.
Pero ¿qué es exactamente el Growth Hacking? ¿Y por qué deberías implementarlo en la estrategia global de tu empresa?
La ciencia del marketing
El Growth Hacking, tal y como su nombre lo indica, es una técnica y una forma diferente de percibir y encontrar el modo de hacer crecer una empresa, basada en datos científicos a lo largo del embudo de conversión. El objetivo es detectar oportunidades que apunten a encontrar resultados rápidos para el crecimiento, y que impliquen el menor gasto de recursos posible.
El término fue creado e implementado por Sean Ellis, CEO de Qualaroo. Aunque, según él, la definición más acertada para esta técnica sería “marketing orientado a experimentos”. Esto es porque es un proceso modulado que escala experimentos, diseñados y probados, para ajustarse a las necesidades comerciales y a los objetivos financieros del cliente a largo plazo.
Tal y como sucede con otras metodologías de trabajo, como agile, el Growth Hacking es una nueva forma de adoptar estrategias dirigidas al crecimiento significativo y acelerado del negocio desde la identificación de sus puntos críticos. Y desde experimentos: los equipos elaboran hipótesis, verifican su validez, hacen pruebas, descubren brechas y oportunidades para un crecimiento más inteligente y rápido.
Esta técnica se caracteriza por ser creativa y de exploración, pero, en línea con los procesos de las empresas de tecnología, es también ágil y analítica. De hecho, un aspecto esencial es la integración de una fuerte capacidad de análisis con procesos ágiles para ofrecer resultados más rápidos a costos más bajos.
Por eso los KPI son tan importantes: ayudan a identificar los puntos críticos de acción —ya sean problemas u oportunidades— y a enfocar el trabajo para obtener resultados específicos. Esto permite, entre otras cosas:
- Un enfoque en el cliente.
- Lanzamiento más rápido al mercado, al ser pequeños experimentos modulados.
- Poder tomar decisiones acertadas según cada etapa y teniendo en cuenta el ciclo de vida del consumidor.
- Mejor ROI, al tener un enfoque integrado que posibilita mejor planificación y presupuesto.
La misión del Growth Hacking es volver un negocio escalable, repetible y sostenible, por lo que es realmente útil y popular entre nuevas empresas o startups de tecnología.
Además, la estructura interna de estas organizaciones posibilita la implementación de esta técnica: una cultura organizacional mucho más flexible, menos jerárquica y menos burocrática, que fomente la experimentación y los desafíos. Y, sobre todo, en la que el equipo y los profesionales tengan autonomía para tomar decisiones.
El crecimiento con Growth Hacking es veloz porque los procesos también lo son.
La personas detrás del éxito
Pero toda técnica y estrategia requiere de alguien que la lleve a cabo. Y, en el caso del Growth Hacking, esa persona se llama Growth Hacker: un experto en la combinación de tecnología, creatividad, marketing y analítica que ayude a aumentar el número de clientes o usuarios. Un Superman (o Superwoman) que impulse tu negocio hacia el crecimiento.
Con un rol marcadamente multidisciplinar, estos profesionales toman las decisiones a partir de sus conocimientos de marketing, pero, sobre todo, según los datos cuantitativos, ya que son una fuente más confiable de decisión que la intuición o la interpretación subjetiva de los procesos.
Organizados en los distintos KPI, los datos más habituales son el Costo de Adquisición de Cliente (CAC) y el Lifetime Value (LTV): estas dos métricas son las estrellas guía de un Growth Hacker. A partir de ellas, irá tomando distintas decisiones de negocio, aunque siempre con el objetivo de hacer crecer la empresa.
Experto en analizar datos, con grandes conocimientos del negocio y la tecnología, con habilidades de liderazgo y una creatividad muy desarrollada, el Growth Hacker amplía los conceptos de agile dentro de la dinámica de experimentos y logra ver oportunidades distintivas.
Es por todo esto que este perfil profesional es tan requerido por las empresas.
Una técnica, muchos porqués
Es que, cada vez más, las empresas buscan incorporar un Growth Hacker a sus equipos. Y, por supuesto, llevar a cabo una estrategia de crecimiento acelerado al menor costo posible. Sobre todo en las empresas de tecnología y finanzas.
Son muchos los cambios que influyen en estas decisiones.
Por un lado, la misma digitalización de muchos procesos, servicios y productos. No solo porque las empresas inician o avanzan en su transformación digital, sino porque los clientes y usuarios son también marcadamente digitales: buscan, investigan, deciden y compran online. Por lo que es necesario que todos los aspectos de una empresa que estén en contacto directo con los consumidores sean pensados desde la tecnología y desde el marketing.
Por otro lado, esto último también se ha visto transformado en los últimos tiempos. En especial, la forma de medir sus resultados: ahora es posible dirigir anuncios y acciones específicamente a diferentes segmentos; saber con cierta precisión cuándo, cómo y por qué una persona se interesa o adquiere un producto; adoptar estrategias probadas y con garantías; y estar donde están los consumidores. El Growth Hacking es una solución más segura, más rápida y más barata que las técnicas tradicionales.
Se trata de una técnica que alejándose del funnel tradicional se basa en Growth Loops o ciclos de crecimiento. Es decir en ciclos de acciones que se sostienen entre sí, donde un input lleva a una salida, pero al mismo tiempo, puede volver al proceso para generar nuevas entradas.
Los Growth Loops pueden tener diferentes objetivos como por ejemplo generar nuevos usuarios, reactivar el uso de productos contratados, aumentar la eficacia de una campaña de migración a nuevas tecnologías, etc.
Tu impulso hacia el Growth Hacking
No hay dudas de que el Growth Hacking es una técnica innovadora que, más que futuro, ya es un presente en las empresas de tecnología. Y los negocios que incorporan estas estrategias son los que realmente están marcando la diferencia.
Es por eso que en Digiventures brindamos el servicio de Growth Hacking a nuestros clientes: porque entendemos que esta técnica es indispensable hoy en día para lograr mejores y más óptimos resultados.
Pero ¿cómo lo hacemos? A través de dos grandes líneas de negocio.
Por un lado, proveemos la tecnología necesaria para los procesos que implican la venta de un producto online y están en contacto con el área de marketing. Esta tecnología está pensada desde un primer momento según los fundamentos del Growth Hacking, con la intención de hacer crecer el negocio mediante la optimización de los costos de adquisición de clientes.
Además, en esta línea ofrecemos también el acompañamiento de nuestro equipo de Customer Success, completando el software con las herramientas y la información necesarias para comenzar una estrategia de crecimiento acelerado exitosa.
Por otro lado, la otra línea de negocio, la consultoría, viene a ofrecer un paso más allá que el mero acompañamiento. No solo ofrecemos la tecnología pensada en Growth Hacking y la información necesaria para utilizarla eficientemente, sino que, también, proporcionamos ese perfil tan deseado en el mercado: el Growth Hacker.
De esta forma, no hay excusa para que tu empresa comience a crecer a velocidad fintech. Conoce más sobre nuestras estrategias de adquisición de clientes y nuestros servicios de consultoría, y súbete a la transformación digital.